Nasrudin contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían el sentido de la misma...
- Maestro – lo encaró uno de ellos una tarde. Tú nos cuentas los cuentos pero no nos explicas su significado...
- Pido perdón por eso. – Se disculpó el maestro – Permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno.
- Gracias maestro.- respondió halagado el discípulo
- Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites?
- Sí. Muchas gracias – dijo el discípulo.
- ¿ Te gustaría que, ya que tengo en mi mano un cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?...
- Me encantaría... Pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro...
- No es un abuso si yo te lo ofrezco. Solo deseo complacerte...
- Permíteme que te lo mastique antes de dártelo...
- No maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! Se quejó, sorprendido el discípulo.
El maestro hizo una pausa y dijo:
- Si yo les explicara el sentido de cada cuento... sería como darles a comer una fruta masticada.
Os propongo una tarea sencilla: Buscad en este libro virtual alguno de los cuentos de Nasrudín que aparecían en la obra de teatro y explicad lo que vosotros creéis que pretende trasmitirnos. Después, publicáis en vuestro blog el cuento y vuestro comentario.
EL INGENIO DEL MULA NASRUDIN
6 comentarios:
Elisa, felicidades. A ver si este año damos un pasito más y nos llevamos una peoncita.
¡¡Muchísima suerte!!
Gracias, José Luis, tampoco está nada mal volver a ser finalista. Vamos a ver que pasa.
Yo, desde luego, no me quejo ^_^
A ver qué pasa.
Hola Elisa, he conocido tu blog gracias a este concurso. Felicidades y suerte para la final
Un saludo
Felicidades, Elisa.
Es una suerte conocer a profesores tan implicados en su profesión como tú.
Un trabajo estupendo.
¡Mucha suerte!
Gracias a las dos Anas. Yo también os deseo suerte.
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